Balada a un presidente
- Marta Lismán
- 28 oct 2021
- 2 Min. de lectura

Dicen que no hable. Que no es momento. Que cierre la boca.
“Y mientras tú callas, yo miento”. Es lo que toca.
Que tenemos que estar unidos, dicen, pero en la distancia. Que cada cual se quede en su nido, piden, sin discrepancias.
Y créeme que lo entiendo, que no soy lerda ni necia pero yo no voy a darte más cuerda en esta peripecia.
Tú quieres que calle o bale, no admites otra opción. Que llene tus calles y baile, pero sin dar mi opinión. Que sujete tus pancartas, que te siga en tus foros y comparta, que repita tus consignas como un loro.
Pero te equivocas de oveja, yo no estoy en tu rehala. Yo ni te como la oreja, ni soy quien te la regala.
No seré tu marioneta, y aunque me trates como tal, tampoco soy un crío de teta, ni una muñeca de cristal.
Yo tengo ideas propias, y si veo un rebaño huyo. Detesto las fotocopias, más si el original es tuyo.
Así que no me enredes en tu barullo, no mientas, déjame con mi murmullo, prefiero ir a tientas, prefiero mi oscuridad a tus faros, la prefiero al fuego de tus aros.
Que salten por ellos tus leones o, mejor, tus monos haciendo dobles tirabuzones, llevando por sombrero un cono.
Y de esta guisa, sigue con tu espectáculo pero sin prisa, pon en nuestras ruedas tus obstáculos. Baraja nuestra suerte con tus tentáculos, juega, administra la muerte junto a tus colegas.
Impera, gobierna, domina. Disfruta del perseguido cargo, atusa tu imagen con gomina, mientras dure el embargo. Que otros sean tu bocina, desde su letargo.
Dices que me quede en casa y lo hago, pero ¿que me calle? Eso no me lo trago.
Tú haz lo que debas, novato, improvisa, no tengas en cuenta los datos, consulta a una pitonisa. Pero que pretendas que no discrepe… ¿que cierre la boca, que no te increpe, que ante lo obvio me haga la loca? ¿Que me trague tus embustes, que no trabaje, que no me asuste, que ceda a tus chantajes? Y, como un monito mecánico, ¿que aplauda tus desatinos, que sacuda los platillos metálicos y me someta a mi destino?
Pues no, soberano, NO, para tu desgracia, y como diría el gran Cyrano: “No gracias, no gracias, no… gracias!”.
Commentaires